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Terapia con Adolescentes
Ser adolescente es un momento curioso en la vida humana. Cuando eres adolescente tienes la edad suficiente para que todos esperen que actúes como un adulto, pero aún eres demasiado joven para que alguien preste mucha atención a lo que expresas. Los adultos que te rodean tienen expectativas sobre ti independientemente de cómo te sientas. El mundo parece ser feliz siempre y cuando cumplas con las expectativas y no interrumpas la vida de los adultos que te rodean. A menudo, tu angustia puede pasar desapercibida hasta que alguien se queje de que estás interrumpiendo una clase o no participas o no estás haciendo lo que se espera de ti. La vida familiar a menudo parece moverse muy rápido y como adolescente se espera que te adaptes a los cambios rápidamente y con obediencia. Muy poco tiempo, si lo hay, se dedica a la angustia que puedes estar experimentando. Es fácil sentirse pasado por alto y no deseado en un mundo que no te ve. El trabajo de terapia con adolescentes se centra en el respeto / reconocimiento de que, a pesar de su juventud, la vida de los adolescentes es tan válida, tan rica y compleja como la de cualquier adulto. En este caso, la terapia se convierte en un espacio donde el adolescente pueda ser escuchado, un lugar donde sus preocupaciones pueden ser respetadas y donde su opinión es la que importa. Los adolescentes no son difíciles o rebeldes; A menudo son ignorados.
Terapia con Adultos
Como adulto, tu relación con el tiempo cambia. Los días a veces parecen prolongarse, mientras los años pasan volando. El tiempo parece acelerarse y antes de que te des cuenta, no eres tan joven como lo eras. Creemos que en este punto de nuestras vidas deberíamos tener las cosas establecidas y resueltas. Seguramente en este punto de la vida deberíamos haber terminado de crecer. Es fácil desanimarse y desesperarse cuando miramos nuestras vidas y pensamos que estamos tan atrasados de donde deberíamos estar. Pavimentamos estos sentimientos y las dudas que los acompañan con una fachada de competencia. Esta fachada nos hace más socialmente aceptables a la vez que oculta la desesperación que crece por dentro. Al enterrar estos sentimientos, muchos adultos piensan a sí mismos: "quién me querría con mis imperfecciones, con mi vida menos que perfecta". La terapia con adultos a menudo se centra en la aceptación. La esperanza es que en la terapia podamos crear un espacio seguro donde podamos revelar quiénes somos en realidad, lo que realmente nos ha sucedido y lo que realmente sentimos. Al reconocer esto, podemos comenzar el proceso de aceptarnos a nosotros mismos, para sanar y avanzar en la vida. Ser adulto no significa que estás completamente desarrollado, ser adulto simplemente significa asumir la responsabilidad por continuar tu desarrollo.
Terapia con parejas
Las relaciones son difíciles incluso cuando todo va bien, en el momento en que las cosas comienzan a ir mal, a menudo perdemos de vista a la persona que amamos. Comenzamos a responsabilizar a nuestra pareja por nuestro destino. Pensamos, si tan solo pudieran hacer menos de esto y más de eso, si solo pudieran ser todo lo que yo necesito que sean. Ultimadamente, las personas no están hechas para ser lo que necesitamos que sean. Así crece el resentimiento a medida que nuestras parejas no cumplan con nuestras expectativas y comenzamos a sentirnos tan decepcionados por una persona que una vez nos hizo sentir en la cima del mundo. La distancia continúa creciendo entre dos personas que una vez estuvieron tan íntimamente entrelazadas. Hasta que un día, sentándote al lado de la persona que amabas, te sientes completamente solo. La soledad nos pesa. Algunos buscan distracciones, otros se entumecen con una sustancia y algunos buscan conexión en los brazos de otro. Haremos lo que sea necesario para evitar la sensación de que a medida que pasa el tiempo, nos sentimos cada vez más distantes de la persona que amamos. A veces aparecen enojos o disputas, pero solo enmascaran lo que realmente sentimos, lo que realmente tememos, el perder a nuestra conexión. El trabajo de la terapia de pareja no es un proceso fácil. A menudo, la terapia de pareja intenta fomentar encuentros honestos entre parejas. El objetivo es crear un espacio donde ambos puedan expresar sus preocupaciones y ser escuchados por el otro. La esperanza de este esfuerzo es procesar el dolor y resentimiento que nos separa, para que podamos voltear hacia el otro lado del sofá y ver a una persona no a un villano. Es un proceso de reencontrarse con alguien que solíamos conocer, alguien por quien alguna vez nos sentimos amados. Al final, podemos acercarnos o alejarnos de nuestras parejas, pero la terapia de pareja nos ayuda a tomar esas decisiones no desde un lugar de ira y resentimiento, sino desde un lugar de compasión y amor.
Terapia con Familias
Las familias son ecosistemas multigeneracionales y complejos. A veces, dentro de un sistema familiar, es difícil distinguir entre el pasado, el presente o el futuro. Dentro de un sistema familiar, podemos experimentar síntomas de trauma y dinámicas disfuncionales que incluso pueden preceder a nuestra existencia. Además de esto, durante los momentos de gran coacción cuando uno o varios miembros de la familia están en peligro, la estructura familiar cambia para ajustarse a lo que aflige a la familia. Se crea una nueva normalidad y los roles dentro de la familia pueden cambiar repentinamente. Un niño, no importa cuán joven, puede ser empujado a convertirse en un pseudo padre o se le pueden asignar responsabilidades que ningún niño debe llevar. La autoridad de un padre se puede ver anulada, y algunos padres se sienten impotentes en un sistema familiar en el que se sienten ajenos. Estos eventos a menudo pueden conducir a patrones relacionales que hacen que los miembros de la familia sean susceptibles a experimentar la misma disfunción en sus relaciones futuras dado que estas dinámicas se vuelven tan familiar. Como resultado, el trabajo de la terapia familiar a menudo se centra en realinear la estructura del sistema familiar. El terapeuta se une a la familia dentro de su angustia y comienza un proceso de colaboración donde se expresan las preocupaciones de cada miembro de la familia. La esperanza de este enfoque es facilitar que la familia se realinee a una estructura que pueda apoyar y proporcionar contención emocional a cada uno de sus miembros. Familia no significa ser definido por las personas que te criaron. La familia es un enlace relacional donde nos unimos para compartir y apoyarnos mutuamente.